Los vehículos eléctricos han existido durante décadas, pero los expertos los habían considerado durante mucho tiempo más como una novedad que como un competidor serio del motor de combustión interna. Esa creencia ha dado paso a una perspectiva más optimista, a medida que los avances tecnológicos y las regulaciones gubernamentales se alinean más con los ambiciosos esfuerzos de sustentabilidad de un número creciente de empresas. Como resultado, el sector del transporte de carga se encuentra en la cúspide de un cambio potencialmente sísmico que podría hacer que hasta un tercio de todos los camiones funcionen con energía eléctrica en los próximos 15 años.
